·         Con el lema: “Pan-Amazonía: fuente de vida en el corazón de la Iglesia”

·         Encuentro fue convocado por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano que preside monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo.

En la sede de las Obras Misioneras Pontificias, Brasilia (BR), en los días 9 a 12 de septiembre, aconteció el Encuentro de la RED ECLESIAL PAN-AMAZONICA. Este ha sido convocado por el Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM (DEJUSOL) y la Comisión Episcopal para la Amazonía, de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB). También lo han promovido la Confederación del Caribe y América Latina de Religiosos y Religiosas (CLAR), Cáritas de América Latina (SELACC), acompañado por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz. Representantes de congregaciones religiosas y otros grupos que tienen proyectos misioneros en la región también han participado. Se han integrado para fortalecer la presencia misionera en el territorio, dadas las ricas experiencias y aprendizajes, pero también como respuesta a las limitaciones diversas, como un cierto aislamiento de algunas comunidades u organizaciones eclesiales, acciones desde una mirada limitada de proyecto temporal (y no siempre de procesos), así como las limitaciones de recursos humanos y económicos que estamos afrontando.

La gran cuenca del Amazonas, conocida como Pan-Amazonía, siempre ha sido un gran desafío misionero y pastoral para la Iglesia Católica. Es una urgencia unir fuerzas y crear vías de diálogo, cooperación y coordinación entre todos los actores eclesiales de la región. Con el fin de sentar las bases de una entidad capaz de proporcionar la creación de consensos en torno a la misión de la Iglesia en la Amazonía en vista de una acción común, se ha formado la RED ECLESIAL PAN-AMAZONICA. Un tema de debate fue los grandes proyectos macroeconómicos, la actuación de los gobiernos nacionales bajo la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), y los impactos del cambio climático en la Amazonía. En particular, se trató de los impactos en el bioma amazónico y en las vidas de las comunidades autóctonas presentes en la región. El horizonte de los debates se resume en ese lema: “Pan-Amazonía: fuente de vida en el corazón de la Iglesia”. Por un lado, se percibe que la Amazonía no es objeto de los cuidados pastorales de una iglesia local de un país o un continente, sino de toda la Iglesia. Por otro, hoy día, en tiempos de globalización, de una conciencia más aguda de las consecuencias del calentamiento global,  la Pan-Amazonía es un tesoro necesario para todo el planeta. Es una herencia de toda la humanidad.

Esta toma de conciencia sobre la importancia de una acción común de la Iglesia en Pan-Amazonía es el resultado de un largo proceso de maduración. Varias reuniones en los últimos años, en nivel de CELAM y también realizadas por la CNBB, han señalado la necesidad de una colaboración más estrecha entre las iglesias de la región. Del mismo modo, esa consciencia se incrementó en diferentes instituciones religiosas, organizaciones y proyectos misioneros. En los distintos niveles fueron asentando caminos de diálogo, de colaboración y de creación de enlaces, dando forma al sueño de una Iglesia en comunión y articulada en la Pan-Amazonía. Para todo eso fue muy importante la motivación dada por el Papa Francisco, que la Amazonía constituye para la Iglesia un teste decisivo, un banco de pruebas para el futuro de toda la región. Para tanto se recuerda también lo que dice el Documento de Aparecida:

“Crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad. Establecer, entre las Iglesias locales de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común” (DAp 475)

Animados por el Espíritu que está conduciendo en ese sentido, se decidió avanzar en esa reflexión y en compromisos, formalizando la creación de la RED ECLESIAL PAN-AMAZÓNICA. Esa se propone:

Como Visión: A la luz del Evangelio de Jesucristo muerto y resucitado, queremos vivir una experiencia de fraternidad y solidaridad encarnada e inculturada, como instrumento de dialogo y unidad eclesial, señal y horizonte del Reino de Dios, al servicio de la Pan-Amazonía, en defensa de la vida, Don de Dios, seriamente amenazada, lo que implica “crear conciencia en las Américas de la importancia de la Amazonía para toda la humanidad” (DAp 475)

Y como Misión: Desde una plataforma de intercambio y enriquecimiento mutuo y una confluencia de esfuerzos de las Iglesias locales, congregaciones religiosas y movimientos eclesiales, con voz profética y al servicio de la vida y el bien común, nos proponemos como RED ECLESIAL PAN-AMAZONICA, potenciar de manera articulada, la acción que realiza la Iglesia en territorio Pan-Amazónico, actualizando y concretando opciones apostólicas conjuntas, integrales y multiescaladas, en el marco de la doctrina y las orientaciones de la Iglesia.

Sobre el papel de la REPAM y de la Iglesia en ámbitos internacionales, sobre todo se acentuó la relación entre la Pan-Amazonía y el medio ambiente. En ese sentido la reflexión sobre Cambio Climático fue central. Como trabajo del encuentro se definieron caminos concretos para contribuir a la COP 20 mediante la suscripción de documentos que presentarán instituciones de Iglesia, la elaboración de una carta Pastoral, y la preparación de la participación conjunta en dicho evento (Lima, Perú. Dic. 2014).

Este encuentro se terminó con la publicación de una Declaración Fundacional de la creación de la RED ECLESIAL PAN-AMAZONICA.