Así como Santo Domingo de Guzmán, los cristianos debemos tener la experiencia de un encuentro personal con Jesús, dijo el arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, en la festividad del patrono de los dominicos.
Manifestó que si no tenemos esa experiencia, de nada vale que hablemos y hagamos cosas, será como fuegos artificiales que después no queda nada, porque ese encuentro personal es el fundamento que da sentido a nuestra fe en el Señor.
Tenemos que dar testimonio que Jesús vive en cada uno de nosotros, que no se quedó en la cruz, que resucitó, esa es la alegría que nadie nos puede quitar, una relación personal y diálogo permanente, para preguntarle siempre lo que quiere que hagamos, expresó.
Monseñor Barreto también manifestó que Santo Domingo tiene como centro a Jesús, gracias a la Virgen María, a quien nos ha enseñado a amarla y a tenerla presente en nuestras oraciones, porque ella es el auxilio de los cristianos aún en los momentos más difíciles.
Más adelante expresó su saludo a los fieles que vienen de Lima y otras ciudades a esta festividad en Sicaya, así como elevó una oración especial por las personas mayores, de quienes dijo que tienen una juventud acumulada en sabiduría y experiencia.
La fiesta de Santo Domingo congrega a miles de personas del valle del Mantaro y de otras ciudades del país. Es el patrono de la parroquia de Sicaya que está a cargo de la congregación de los hermanos Misioneros de la Reconciliación del Señor de los Milagros, cuyo párroco es el padre Fernando Rodríguez Acevedo.
A esta celebración asistió el padre Belealdo Vílchez Zárate, quien es natural de Sicaya y el pueblo le guarda especial afecto.