Fray Gilberto Salas Hurtado de la Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles del Perú es el nuevo vicario general de la Arquidiócesis de Huancayo.

Tomó posesión del cargo durante la celebración eucarística del viernes 22 de febrero, en la iglesia catedral, presidida por el arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno.

A la ceremonia asistió el superior de la Provincia Franciscana, Fr. Luis Enrique Segovia Marín, y las comunidades parroquiales

Monseñor Barreto agradeció el apoyo de monseñor Moisés Ramos Guija, quien desempeñó el cargo de vicario general durante 19 años, con los arzobispos Emilio Vallebuona Merea (4 años), José Paulino Ríos Reynoso (6 años) y con el actual Pedro Ricardo Barreto Jimeno (9 años).

Dijo que después de reiteradas solicitudes aceptó la renuncia de monseñor Ramos, a quien había adelantado que aceptaría su dimisión sólo si el Papa lo hacía, como ha ocurrido con Benedicto XVI.

Destacó las cualidades y la lealtad de quien fue gran colaborador de la Iglesia en Huancayo, en circunstancias difíciles, así como en momentos de alegría y de grandes satisfacciones.

Dio la bienvenida a Fray Gilberto Salas, quien el 14 de febrero cumplió 25 años de ordenación sacerdotal, y puso de manifiesto la amplia trayectoria de tan distinguido sacerdote a quien conoció en la ciudad de Tacna, donde compartieron experiencias parroquiales e iniciaron un importante proyecto de renovación diocesana.

Ahora monseñor, el padre Gilberto estudió en el Instituto Teológico Juan XXIII de Lima. Fue consejero provincial, maestro y rector del seminario franciscano, maestro de novicios, guardián y párroco. Siguió un curso de espiritualidad franciscana en Argentina, estudió teología pastoral en el ITEPAL de Colombia. En Huancayo fue párroco de San José de Pichcus, director y coordinador del Centro Pastoral de Animación y Formación Misionera del Arzobispado de Huancayo, Vicario Episcopal de la Vicaría I y ahora Vicario General de la Arquidiócesis de Huancayo.

Al asumir tan importante encargo, monseñor Salas dijo que es una gran responsabilidad que Dios y monseñor Barreto ponen en su humilde persona.

“Trabajaré con entusiasmo en el Proyecto de Renovación Diocesana y estaré cerca de los sacerdotes, religiosos y religiosas; iremos a las parroquias más lejanas de la Arquidiócesis, acompañaré en su labor pastoral a nuestro arzobispo”, manifestó.