EL PAPA ENCOMIENDA LAS PENAS DE UCRANIA A LA VIRGEN MARÍA EN LA FIESTA DE SU NATIVIDAD
Con motivo de la fiesta de la Natividad de la Virgen María el 8 de septiembre, el Papa Francisco instó a los fieles a rezar por la "atribulada Ucrania”.
En sus palabras a los fieles en italiano durante la Audiencia General de este miércoles 6 de septiembre, el Pontífice afirmó: "La festividad litúrgica de pasado mañana, la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, les exhorta a caminar siempre, como María, por los caminos del Señor".
"A Ella, mujer de ternura", continuó el Papa, "confiamos las penas y tribulaciones de la querida y atribulada Ucrania, que sufre tanto. Les envío a todos mi bendición".
La celebración de la festividad de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María es conocida en Oriente desde el siglo VI. Se estableció el 8 de septiembre, día que marca el inicio del año litúrgico bizantino, que se cierra con la Dormición en agosto.
El Pontífice también dirigió sus pensamientos a los jóvenes, los enfermos, los ancianos y las parejas recién casadas.
Además, saludó a los fieles y peregrinos polacos en el aniversario de la canonización de San Estanislao, instándolos a ser fieles al Evangelio. En Roma, se conmemora también la canonización del Patrono de Polonia, "San Estanislao, Obispo y Mártir, ocurrida en Asís hace 770 años".
En este sentido, el Papa Francisco recordó al santo polaco: "San Estanislao, un Pastor heroico y tenaz de Cracovia, murió bajo la espada del soberano polaco mientras defendía a su pueblo y la ley de Dios".
"Con gran valentía y libertad interior, San Estanislao puso a Cristo por encima de las prioridades del mundo. Su ejemplo, tan relevante como siempre, los anima a ser fieles al Evangelio, encarnándolo en su vida familiar y social. De corazón, les envío mi bendición", añadió el Santo Padre.
San Estanislao nació en Polonia en 1036, siendo hijo de nobles que lo consagraron a Dios desde su nacimiento debido a sus oraciones por un hijo. Fue ordenado sacerdote y posteriormente nombrado Obispo de Cracovia en 1072. Su elocuencia y ejemplo promovieron la reforma de costumbres entre clérigos y laicos.
Durante su época, Polonia estaba gobernada por el rey Boleslao II. San Estanislao confronta sus injusticias y tiranías, lo que llevó a su excomunión por parte del rey. Enfurecido, el rey intentó asesinar al obispo, pero fracasó debido a una intervención divina. Finalmente, el rey Boleslao II mató a San Estanislao.