𝐀𝐫𝐳𝐨𝐛𝐢𝐬𝐩𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐇𝐮𝐚𝐧𝐜𝐚𝐲𝐨 𝐞𝐱𝐡𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐚 𝐥𝐚 𝐃𝐃𝐂 𝐉𝐮𝐧𝐢́𝐧 𝐜𝐨𝐨𝐫𝐝𝐢𝐧𝐚𝐫 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 𝐢𝐠𝐥𝐞𝐬𝐢𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐫𝐢𝐞𝐬𝐠𝐨

Ante los hechos ocurridos recientemente en diversas jurisdicciones del país, como Ayacucho y la provincia de Junín, como Arzobispado de Huancayo manifestamos nuestra profunda preocupación por la situación de los templos, capillas y otros inmuebles de nuestra Arquidiócesis, que se encuentran en riesgo de colapso y en situación de emergencia debido al grave deterioro de su infraestructura.

Esta situación se agrava en el caso de los templos declarados Patrimonio Cultural de la Nación, cuya condición, si bien busca proteger su valor histórico, en la práctica ha limitado la posibilidad de ejecutar acciones urgentes de conservación preventiva, refacción, refuerzo estructural o reconstrucción oportuna, además de dificultar los procedimientos administrativos indispensables para preservar la vida y la seguridad de las personas.

Como jurisdicción de la Iglesia Católica hemos mantenido siempre un compromiso firme con la preservación del patrimonio cultural y religioso, reconociendo su valor espiritual, histórico y social. Sin embargo, es necesario que las declaratorias e intervenciones del Ministerio de Cultura se realicen con una adecuada coordinación interinstitucional, la cual debe iniciarse con el Arzobispado de Huancayo, responsable directo del cuidado y la administración de los templos. Lamentablemente, hasta la fecha, no se ha establecido una coordinación efectiva con nuestra institución, para garantizar que la protección del patrimonio no se convierta en un obstáculo para la seguridad de los fieles y de las comunidades.

En ese sentido, reiteramos nuestra preocupación por la falta de coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC), con la que, hasta la fecha, solo se ha sostenido comunicación a través de oficios informativos, sin establecer espacios de diálogo ni planificación conjunta sobre las acciones de emergencia necesarias.

Un ejemplo de ello es la Iglesia San Francisco de Asís – Entambo (Xauxa Jauja), cuya restauración ha sido impedida por la DDC y no ha podido concretarse pese a su evidente deterioro. Respecto a las publicaciones de esta dirección, difundidas en redes sociales, debemos aclarar que al momento no se ha realizado ningún tipo de coordinación con el Arzobispado y las medidas adoptadas —como coberturas provisionales— no resuelven el problema estructural de fondo ni garantizan la seguridad de la comunidad.

Por ello, proponemos la conformación de una Mesa Técnica Permanente entre la Dirección Desconcentrada de Cultura – Junín, el Arzobispado de Huancayo y las parroquias afectadas, con participación de representantes comunitarios, a fin de planificar y ejecutar acciones coordinadas que permitan preservar el patrimonio cultural sin comprometer la vida ni la seguridad de las personas.

Reiteramos nuestra plena disposición al diálogo y al trabajo conjunto, convencidos de que solo a través de la cooperación institucional podremos proteger nuestro patrimonio religioso, símbolo de fe, historia y esperanza para el pueblo.

¡Es hora de actuar!

Arzobispado de Huancayo